ORIENTACIÓN VOCACIONAL
¿En qué cosiste la Orientación Vocacional/Ocupacional?
¿De qué nos sirve la Orientación Vocacional/Ocupacional?
La decisión vocacional y ocupacional es un elemento fundante en la constitución de un proyecto de vida y en la formación de la identidad. Por este motivo, es fundamental responder y ayudar a la inquietud de los jóvenes. En la actualidad este proceso de elección está condicionado por la situación sociocultural y económica, lo que en la mayoría de los casos impide una decisión certera, generando mucha angustia y desorientación en los jóvenes. Nuestra propuesta pretende colaborar, orientar y brindar contención en este período de cambios y dudas. El objetivo es guiar al estudiante hacia una correcta elección.ARTÍCULO: Termina el secundario… ¿y ahora qué?
Termino el secundario y ahora me enfrento con que la decisión de mi futuro depende de mí !
La vocación se dirige hacia los sueños, los anhelos del ser humano en relación con la vida. Es aquello a lo que se está llamado; es lo que se quiere ser y hacer; es lo que apasiona, lo que hace vibrar, lo que proporciona alegría y, en definitiva, está íntimamente relacionado con la felicidad.
La vocación en parte es innata y en parte se descubre y se modula, en concordancia con las necesidades, capacidades, potencialidades, oportunidades y derechos. No es posible pensar que alguien nació para… o que no nació para… La vocación es mucho más que un solo aspecto de la persona, pues abarca la dimensión biopsicosocioespiritual, es decir, ese elemento personal que se llama sentido de vida, base del proyecto de vida, que es la realización genuina de la vocación, por lo que es una búsqueda constante.
Los adolescentes que tienen un buen ambiente familiar y escolar para la construcción y reconstrucción de sus metas de desarrollo humano integral y diverso se manifiestan como seres felices. Una expresión clara de su felicidad es la de dar sentido a su vida diciendo lo que quieren ser: agricultores, soldados, policías, ingenieros, astronautas, enfermeras, escritoras, maestras… La importancia de esta elección puede condicionar el éxito o fracaso en la vida y afectar por lo tanto, la felicidad personal de cada uno.
La felicidad es estar satisfecho con lo que se es y lo que se hace, no con lo que se tiene y se acumula, y es una condición necesaria para descubrir la vocación. La felicidad es un valor que todos estamos llamados a preservar.
La elección de la carrera es una tarea muy ardua en el momento histórico que nos toca vivir. Combinar en forma adecuada los ideales personales, con el complejo mundo laboral y las limitaciones impuestas por los medios económicos y sociales, demanda conocimientos y esfuerzos que superan la capacidad de los adolescentes.
Ante tantos interrogantes, dudas e inseguridades hoy día, existe la posibilidad de realizar un PROCESO DE ORIENTACIÓN VOCACIONAL. Los profesionales que trabajamos en ésta área, nos ocupamos de la promoción y el acompañamiento de los jóvenes en la elección y elaboración de un proyecto personal, con el fin de lograr decisiones vocacionales libres y maduras. Estamos plenamente convencidos de que la creación de espacios en donde los adolescentes puedan detenerse a reflexionar y de ese modo tomar conciencia sobre la trascendencia de la decisión vocacional, adentrándose en su ser, contactándose con sus sueños y aspiraciones, condicionantes y limitaciones, para de ese modo elegir, libre y maduramente, lanzarse al camino de “ser lo que quiero ser”, hace una diferencia, genera un cambio positivo.
Proponemos que desde los adultos, ya sea aquellos que están involucrados en algún rol educador formal, o aquellos que ejercen la educación desde el rol de padres, se genere consciencia de la importancia de la decisión vocacional de los jóvenes, y de ese modo, generemos, todos, el espacio necesario en los hogares e instituciones para orientarlos en ésta gran decisión.
Estamos convencidos que si logramos que los adolescentes respondan a las preguntas de: “qué” y “quién” quiero ser, vamos a estar previniendo enormemente la deserción estudiantil, la desocupación e incluso otros desórdenes de índole afectivo y social. Se trata, en última instancia, de encontrarle un sentido a la vida, ya que el trabajo no es sólo necesario para la manutención del hombre, sino que también es una forma de realización personal, y la autorrealización reside en dar lugar a que surja la pulsión que nos mueve a realizar todo nuestro potencial.